Cuenta la leyenda que durante la segunda presidencia de Yrigoyen, su entorno le imprimía un diario a medida sin agravios ni malas noticias. Con ayuda de ChatGPT, código Python, una dentadura a cuerda y la minicomputadora Unihiker que me envió DFRobot, fabriqué un pequeño autómata bautizado igual con el fin…